Cocina de libre expresión y una constante búsqueda por alcanzar la perfección, invitan a descubrir una experiencia gastronómica superadora. Es la propuesta enogastronómica de Achaval Ferrer, la bodega mendocina guardiana de un legado que ha respetado, protegido y custodiado hasta nuestros días sus viñedos centenarios, abre las puertas de Quimera Bistró, e invita a disfrutar una propuesta enogastronómica sin precedentes. En la privilegiada zona de Agrelo, Luján de Cuyo, ubicada sobre la Ruta 7, a solo 20 minutos de la ciudad, Rodeada de un paisaje que invita a seguir soñando y alcanzar lo inalcanzable, Achaval Ferrer convierte la cocina local en una sinfonía de sabores que resaltan los productos que se encuentran alrededor de la bodega. “Quesos de elaboración propia, variedad de aceites de oliva de la casa, vinagre de rosas y especias como romero, lavanda y levaduras naturales extraídas de la huerta, son algunos de los elementos que marcan una sutil y exquisita diferencia”. La propuesta resalta la sencillez de sus platos, convertidos en obras de arte donde hay técnica y sabores que vienen a romper las reglas de lo establecido alrededor del vino y la gastronomía. Constanza Cerezo, la Joven Chef menciona: - “la cocina para mí, es mi lenguaje, la forma de expresarme. Es creación, armonía y belleza, ir al encuentro del equilibrio perfecto entre naturaleza y la mano del hombre, por ello cada tiempo que creamos junto a Gustavo, el enólogo de la bodega en Quimera Bistró, es considerado una gran Obra.